lunes, 28 de enero de 2013

Tribu repostera o "para criar a un niño hace falta la tribu entera"

Martes, 22 de enero. ¡¡Que tarde tan divertida!! Hice un taller de decoración de tartas de iniciación al fondant con mis queridas tribuleñas.

Os voy a contar quienes son estas maravillosas mujeres. La tribu es un grupo de madres que empezó siendo virtual a través de facebook (aunque ya está dejando de ser tan virtual, la verdad). ¿y que tienen en común? Pues todas son madres, valientes, cariñosas y geniales que apuestan por la crianza con apego y respetuosa hacia sus hijos.

Las quiero y las adoro a todas ellas y me siento muy afortunada de estar incluida dentro de esa maravillosa tribu.

Pues todo empezó porque algunas de las tribuleñas querían hacer cursos de repostería, pero en todos los sitios en los que preguntaban les decían que no podían llevar a sus pequeños (a no ser, claro, que fuera un curso de cocina para niños) Estuvimos buscando lugares donde hicieran cursos de respostería y que fueran "niños bienvenidos" y fue difícil difícil. Así que una cosa llevo a la otra y me propusieron que el curso lo diera yo. Y yo por supuesto me lancé. Bea, que es un sol de mujer, se encargó de buscar local, así que el día que cerraba el bar una amiga suya lo invadimos con nuestras tartas, nuestros trapitos y por supuesto, con los niños.

Es genial cuando puedes hacer algo que te gusta sin tener que pensar que tienes que dejar a tus hijos al cuidado de alguien. Es muy bonito poder compartir con ellos tus aficiones, aunque ellos sólo miren y te ayuden con sus manitas a hacer pequeñas pelotitas de fondant (que siempre terminan misteriosamente en su boca)

En fin, que la tarde fue agotadora pero creo que todos nos lo pasamos genial y aquí tenéis algunas fotos de la tarde.

 
Así que, mis queridas tribuleñas, para que lo tengáis todo más fresco y a mano, os voy a resumir aquí cuales son los pasos que seguimos el otro día para hacer vuestras tartas.

  • Lo primero que hicimos fue preparar el buttercream porque así, mientras se va haciendo, podemos ir nivelando las tartas.
  • Nivelar el bizcocho. Lo primero que hicimos fue cortar la parte superior del bizcocho (nivelarla) para que sea de la misma altura por todas partes. Para ello, medimos el lateral de la tarta y ponemos cuatro pinchos de madera a la misma altura para que nos sirvan de guia. Cortamos la parte superior con el cuchillo utilizando los pinchos de guía.
  • Cortar el bizcocho para rellenar. Ahora medimos el bizcocho para encontrar justo la mitad y ponemos de nuevo los cuatro pinchos para usarlos de guia. Cortamos el bizcocho y antes de separar las dos mitades ponemos dos palillos en las dos mitades uno encima del otro. El objetivo es que cuando volvamos a unir los bizcochos volvamos a ponerlos en el mismo sitio y así, si había algun desnivel no se notará.
  • Empapamos las dos mitades de bizcocho con almíbar (la misma cantidad de agua que de azucar, lo calentamos un ratito para que se disuelva bien y le echamos por ejemplo un poco de esencia de vainilla para dar sabor pero le podéis echar un montón de cosas más)
  • Rellenamos con lo que nos apetezca, confitura, ganaché, buttercream...
  • Volvemos a juntar los bizcochos.
  • Ahora tenemos que cubrir el bizcocho con una finísima capa de buttercream (para paredes perfectas lo que mejor funciona es el ganaché de chocolate) La capa es muy muy fina, transparente. Sólo es una capa que sirve de pegamento para el fondant, no es un relleno. Si la capa es más gordita luego el fondant tendrá bultitos.
  • Ahora toca meterlo en el frigo para que el buttercream se endurezca.
  • Cogemos el fondant y amasamos y amasamos y amasamos. Estará perfecto cuando al estirar el fondant no se rompe sino que se estira, es una masa elástica. Hacemos una pelota, la aplastamos en la mesa y empezamos a estirarla con el rodillo. Hay que intentar que sea redonda y que el diámetro sea suficiente para cubrir toda la tarta con sus laterales. O sea, que si la tarta tiene un diámetro de 15 cm y una altura de 10, habrá que hacer una capa de fondant de un diámetro de al menos 35 cm. Hay que tener cuidado de que no sea demasiado fina porque si no se nos puede romper al cubrir la tarta y eso sería un desastre.
  • Levantamos el fondant, con la mano derecha y ponemos la parte superior sobre el brazo izquierdo. Luego lo echamos sobre el brazo derecho, levantamos y metemos el brazo izquierdo. ¡¡ya hemos levantado el fondant!! ahora hay que ponerlo encima del bizcocho teniendo cuidado de que cubra todas las paredes.
  • Alisar el fondant. Empezamos a alisar el fondant por la parte superior y luego vamos bajando poco a poco por los laterales. Cuidado con las arrugas. Hay que ir estirando el fondant segun vamos alisando para que no queden arrugas.
  • Cortamos con un cortapizzas el fondant que sobra (y que luego nos va a venir muy bien para decorar
  • ¡¡y ahora empieza la parte divertida, la decoración!!
Bueno, espero que os haya gustado mucho chicas, ya estoy deseando repetir, jejeje

Pero antes de terminar me gustaria enseñaros algunos de los resultados...










Lo dicho, deseando repetir. ¡¡un besazo a todas, guapas!!

miércoles, 9 de enero de 2013

Mi primer proyecto de coaching repostero o "si me necesitas dame un silbidito"

Algunos ya sabéis que he comenzado un nuevo proyecto de "coaching de repostería" Sí, ya se que es un nombre raro pero es que el concepto tambien es novedoso y es complicado ponerle nombre. Coaching es lo mas acertado que se me ocurre.


¡¡Nos lo pasamos fenomenal!!

El programa de "Coaching de repostería" está dirigido a personas con pocos o nulos conocimientos de repostería que quieren realizar una tarta, cupcakes u otros para una ocasion especial. No quieren encargárselo a alguien porque prefieren hacerlo con sus propias manos y poder decir que lo han hecho ellos. El programa consiste en asesorar,  acompañar y ayudar a que esa creación especial se haga realidad. Además es una forma de aprender mucho más ágil y dinámica que un taller de formación ya que todo se aplica sobre tu propio proyecto. Como el programa se lleva a cabo con sus propias herramientas y en su casa, esta persona se siente más capacitado y con más seguridad para repetirlo en otras ocasiones o avanzar en sus creaciones.

Y después del rollo que os acabo de meter os cuento la experiencia práctica. Por este programa pasó Bea. Una increíble mamá que a pesar de no haber horneado un bizcocho en su vida se propuso darle una sorpresa enorme a su peque, que cumplía tres añitos y que es fan de Minnie. Así que a ello nos pusimos. Además, como es una valiente, decidió que la sorpresa sería doble y que quería hacerlo por dentro con un bizcocho arco iris.

Bea y yo en plena faena. ¿habéis visto mi nuevo delantal?
Es tan chulooooooo. www.jessiesteele.com


Hablamos sobre como iba a ser la tarta, qué iba a necesitar tanto para hornear el bizcocho como para decorarlo, hicimos la lista de la compra y después de comprar todo y hornear los bizcochos (Bea, eres una valiente, tenía yo más miedo que tú, jajaja) , llegó el día de la verdad. Ese día fui a casa de Bea, echamos a todos de allí y los mandamos al zoo (no era plan que la peque viera la tarta antes) y nos pusimos a la tarea.


Bea rellenando de ganache entre cada bizcocho


Aquí tenéis algunas fotos de la mañana. ¡¡Nos lo pasamos fenomenal!! He de decir que también pillamos como pinche a su hermana que fue de una inestimable ayuda sobre todo cuando a mi se me cayó el bote de colorante el polvo rojo y la lié bien parda, jajaja (gracias por tu paciencia limpiando, jijiji)

 
El secreto de unos bordes rectos es un ganache bien lisito


Estira que te estira

Ayudando a Bea a cubrir la tarta con fondant

Minnie empieza a tomar forma

Sólo falta álgún detallito a pincel

Como os dije al principio el programa no consiste en que yo haga la tarta sino que ella sea capaz de hacerla y ¡Bea se portó como una campeona! Aquí tenéis los resultados, juzgar por vosotros mismos (os prometo que no había horneado ni un bizcocho en su vida, jajaja)


Y aquí está el resultado final!!!


Bueno, he de decir que la experiencia ha estado genial, que ya tengo ganas de repetir y sobre todo quiero darle las gracias a Bea por ser una mamá tan genial y tan valiente.

Besotes a todos!!

 
PD: si queréis saber más sobre el programa de "coaching de repostería" no dudéis en decírmelo.