miércoles, 26 de diciembre de 2012

Cupcakes de chicle o como entrar en una tienda y dejarse toda la pasta del mes

Pasar por ciertas tiendas de repostería es un castigo... cada vez que tengo que hacer un pedido de materiales e ingredientes no puedo evitar pasar por todas y cada una de las secciones de las páginas en las que compro normalmente y eso significa.... que la compra se puede eternizar. Vamos que a lo mejor me tiro un par de días para hacer un pedido. Se suponía que sólo tenía que comprar fondant y un par de cajas pero.... no se que me pasa que al final... "ya que estoy, podría comprar este cortador", "ya que estoy, podría comprar un molde nuevo", "uooooohhhhh nuevos sabores en pasta!!!!!" y claro pues me tengo que llevar alguno más.

En fin, que así me pasó el otro día, que entré en María Lunarillos para hacer un pedido pequeñín y me encontré (tachaaaaaaaannn) ¡¡chicle en pasta!! y aquí está, por fin en mis manos. ¿os acordáis del chicle Boomer, ese que sabía a fresa que no veas?? pues ese mismo. Abrés el  bote y te echa pa´tras el olor que desprende.



"¿que puedo hacer? ¿que puedo hacer?" Pues como no, cupcakes con sabor a chicle.

Y este fue el resultado, ¿que os parecen? no me digas que no son para comérselos, jajaja



Para hacerlos utilicé una receta de cupcakes básicos de vainilla y para el buttercream, utilicé el preparado de buttercream de Funcakes (por supuesto también podéis hacer el buttercream normal de toda la vida, pero he de reconocer que el preparado está de requetechupete) y le añadí como dos cucharadas de pasta de chicle (bueno, lo mismo eché alguna más) y luego lo de siempre. Rellenar manga pastelera con boquilla rizada y decorar o como arbolito o como rosa.

Espero que os gusten porque están, mmmmmm, para chuparse los dedos.

Por cierto, ya os iré contando en los próximos posts pero se aproximan nuevos proyectos de talleres y de entrenamiento personal a domicilio, jejejeje, ya veréis que chulo

martes, 18 de diciembre de 2012

Como cagarla innovando o "las recetas hay que leerlas hasta el final"

Querida amiga Cyntia, la próxima vez que quieras que innovemos para la masa de una tarta, a ser posible que no sea dos días antes de entregarla y sobre todo, sobre todo: ¡¡lee las recetas enteras!! jajaja

Pues sí. Estaba haciendo una tarta para una preciosidad llamada Carlota de 7 años. Como no (porque últimamente me persiguen a todas partes) era de Clawdeen (de las Monster High) Su mami me pidió que la tarta fuera la cara de la muñeca. A mi no me gusta hacer las caras de los personajes de los peques porque como no te salga perfecta se nota muchísimo y los niños son de lo más sincero y te sueltan así a las bravas "Esa no es Clawdeen, esta es muy fea" Pero claro, como no se decir que no... Le prometí a Marta (su mamá) que lo intentaría pero que si no me salía tendríamos que cambiar los planes, que yo una chapuza no hago.

Me puse manos a la obra con el fondant y la verdad es que me gustó un montón el resultado y disfruté de lo lindo haciendo ese pelazo en fondant de chocolate.

Clawdeen blog, blog Clawdeen


¿Cual es el problema entonces? Que el cabezón pesaba que no veas, tanto fondant, tanta melena...

Para que veais bien el detalle del tul, jejeje

En fin, que el interior lo quería de bizcocho de vainilla y en estas mi querida vecina Cyntia que me dice que hagamos otra receta que ha encontrado en la página de sweetapolita que hace unas cosas chulísimas. Y una vez más, como no se decir que no.... allá vamos. Ella se encarga de leer la receta. Empezamos por los ingredientes:

- Yo: "Vale ya los tenemos todos. ¿Como se mezclan? ¿como siempre?" (O sea, bate mantequilla y azúcar, luego añade los huevos uno a uno...)
- Cyntia: "Sí, claro, como siempre"

Y empezamos a hacerla como siempre....

-Yo: "¿esto no lleva mucho azúcar?" me encojo de hombros y sigo dale que te pego con la Kitchen Aid

Y seguimos leyendo la receta (en inglés para añadirle un poco más de dramatismo)

- Cyntia sigue leyendo la receta: "Bate la mantequilla con la mitad del azúcar"
- Yo: "¿Como?"
- Cyntia: "ehhhh, espera que sigo leyendo. Separa las yemas de las claras y añade sólo las yemas"
- Yo: "¿Comoooooooo?"

En nuestra defensa he de decir que cuando Cyntia y yo cocinamos juntas tenemso a nuestros dos ratones, Aurora y Pedro, de dos añitos, corriendo, gritando, intentando colgarse de las cortinas, utilizando la tele como diana y haciendo todas las fechorías posibles. En más de una ocasión, cuando aun batíamos semi a mano, estuvimos cocinando con una sola mano porque los dos querían estar en brazos. (benditos portabebes y bendita Kitchen Aid que hace las cosas solas)

Y aquí con el fondo morado que va a juego con sus ojos, jejeje

Vale, pues nada, que nos hemos inventado la receta. Ya sólo te queda tirar pa´lante. Cuando salió del horno era más que evidente que el bizcocho era super mega ultra esponjoso y que por tanto no iba a aguantar ni de broma el cabezón melenudo de Clawdeen. Así que, al día siguiente vuelta a hacer otro bizcocho por la mañana para que estuviera lo suficientemente frio por la tarde para decorar. Esta vez sin innovar, yendo a lo seguro.

Eso sí, el bizcocho número 1 estaba rico rico rico y no os digo ya bañado en ganache de chocolate.

Bueno, para que no os toque innovar, os pongo la receta del bizcocho de vainilla que nunca falla.

BIZCOCHO BÁSICO PARA TARTAS DE FONDANT

Ingredientes (por orden de aparición como siempre):
  • 250 gr. de mantequilla
  • 500 gr. de azúcar
  • 6 huevos
  • 500 gr. de harina
  • 1 sobre de levadura tipo Royal
  • 375 gr. de leche
  • 1 cucharada de zumo de limón
  • Ralladura de limón (opcional)
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
¿Y ahora qué?

Ponemos el horno a calentar a 180º (cada horno es un mundo, el mío sin ventilador le va bien esta temperatura)

Batimos la mantequilla (blandita, que puedas hundir el dedo en el paquete) junto con el azúcar con varillas eléctricas (una batidora amasadora es lo ideal, y si es una kitchen aid mejor que mejor, jajajaja, es tan bonita!!!)

Cuando tengamos una crema blanquita, suave y esponjosa (tipo pomada) añadimos los huevos uno a uno sin dejar de batir. Los huevos es mejor que los saquéis de la nevera a la vez que la mantequilla. Así evitaréis que se os corte la masa. Después añadimos el extracto de vainilla y la ralladura de limón (si queremos)

Si tenéis un robot batidor-amasador, podéis aprovechar mientras se bate la mantequilla para tamizar la harina junto con la levadura.

En otro recipiente juntamos la leche con el zumo de limón y lo dejamos reposar 10 minutos. Esta es la forma casera de hacer Buttermilk. El buttermilk o suero de leche o leche agria, es muy difícil de encontra en tiendas pero realmente no es necesario. Solo se trata de leche con un alto contenido en acidez que hace que fermente y se genere leche agria. Por tanto, con mezclar la leche con un poquito de limón y dejarlo reposar será suficiente.

Vamos añadiendo a la batidora un tercio de la harina a velocidad baja o mezclando a mano, luego la mitad de la leche, luego otro tercio de harina, la otra mitad de leche y luego la harnia de nuevo.

Preparamos el molde (huntado de mantequilla y harina), rellenamos y metemos en el horno. Os recomiendo que si tenéis le pongáis unas bandas de horneado alrededor del molde para que sea más homógeneo el horneado y no se abombe mucho


Y al igual que la temperatura, lo del tiempo depende de cada horno. Más o menos hora y media pero si a la hora veis que ya parece estar hecho por arriba, ir probando con un alambre hasta que lo veais limpio.

Sacar, dejar templar en el molde (muy importante para que no se rompa) y cuando esté frio desmoldar.

Ale!! a decorar

Espero que os haya gustado!!

sábado, 24 de noviembre de 2012

La profecía autocumplida o la tarta que se suicidó desde la nevera

¿Habéis tenido alguna vez la sensación de que una catástrofe en concreto te va a pasar? Y ¿Al final os ha terminado pasando? A esto se le llama profecía autocumplida y me pasa mucho últimamente.

Se supone que tanto pensar que algo va a pasar. "Que sí, que sí, que la voy a cagar". Pues tu cerebro hace que la cagues y así se acabo el problema. Sí, esta claro que la has cagado, pero al menos dejas de pensar que la vas a liar parda porque, total, ya la has liado.

Bueno, pues desde que empecé con esto de las tartas, los cupcakes y demás, no hago más que pensar que se me va a caer. Así que cada vez que las cojo, las traslado de un sitio a otro.... Me entra una temblera que no veas. Y cuando la tartita o los cupcakes llegan a su destino por fin respiro tranquila y pienso: "Esta vez te has librado Anita, pero no vas a tener tanta suerte siempre"


tarta dragon saphira libro fondant
La dragona Saphira, que por poco se queda sin libro sobre el que dormir
 
Y así ha sido. Mi cerebro ha decidido terminar con esta obsesión mía y ha hecho que se me caiga de las manos una tarta a medio hacer.

Os cuento. Este fin de semana era de los complicadetes, de esos de tres tartas en el mismo finde. Sí, ya sé lo que estáis pensando, que esto ya lo he dicho otras veces, pero el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra (o tres, o cuatro...) Además mi vecina Cynthia me estaba echando una mano así que no puedo quejarme.

Estaba muy concienciada, me había hecho un planning perfecto para saber que tenía que hacer de cada una de las tres para que no existiera ningún tiempo muerto. Y lo llevaba fenomenal: velocidad de crucero cocinando. Hasta que....... una de las tres tartas, la que iba a ser un libro con un dragón encima, decidió suicidarse tirándose al abismo desde el estante de la nevera.

Ayyyy, que graciosa


Nooooooooooooooooo, no puede seeeeeeeeer. Y ahí estaba mi tartita (bueno, mi proyecto de tartita), hecha añicos en el suelo, como si una bomba nuclear le hubiera caído encima Snif, snif.

Pues nada. Después de la desesperación inicial y Aurora repitiendo sin parar: "¿Que pasó? ¿Que pasó?" Respiro hondo y me pongo otra vez a la tarea. Menos mal que tenía más bizcocho (porque con tanta tarta nunca calculo bien), así que de nuevo a cortar bizcocho en forma de libro, de nuevo a echarle almibar, de nuevo a cubrir meticulosamente con buttercream y de nuevo a la nevera a que se endurezca.

Pero bueno, finalmente todo salió bien y a tiempo y estos fueron los resultados:

  • Una tarta divina de la muerte de las Monster High para el cumple de una nena llamada Aitana que cumplía 7 años y que es fan de Draculaura.

Y las Monster High llegaron a mi vida

He de reconocer que el escudo es gracioso y me diréis que no queda chulo los volantitos que le puse

Y aquí los labios de Draculaura
  • Una tarta de novela para mi sobrina Ana, que cumplia 19 años y que lo que más le gusta en el mundo son los libros. Así que su tarta es un libro con uno de sus personajes favoritos encima, Saphira, la dragona de Eragon.
Ohhhh, yo habría querido una tarta así de pequeña!!

  • Una tarta rica rica rica y vistosa vistosa vistosa de chocolate con flores de toffeeeeeeee. Menos mal que me sobró buttercream de toffe, ¡¡ay que rico!! De esta todavía no tengo fotos. En cuanto me las pasen os las pongo.

Y a petición popular, aquí va la receta del super bizcocho de chocolate. Después de haber probado muchos y muchos me quedo con esta receta ¡¡Nunca falla!!

SUPER BIZCOCHO DE SUPER CHOCOLATE


Ingredientes (por orden de aparición)

  • 325 g de mantequilla
  • 220 g de azúcar
  • 365 g de harina
  • 65 g de cacao en polvo sin azúcar (tipo el de Valor o si encontráis Hershey´s mejor aún)
  • 3 y 1/4 cucharita de levadura
  • 5 huevos
  • 220 ml de leche

¿Y ahora qué?

Precalentamos el horno a unos 180 grados. Esto ya sabéis que cada horno es muy diferente.

Engrasamos y enharinamos un molde. Esta cantidad es ideal para un molde de 20 cm. O si no, podemos usar un spray desmoldante, que es la repera.

Batimos la mantequilla del tiempo (o sea blandita) junto con el azúcar. Lo suyo es hacerlo con una batidora amasadora eléctrica (y si tenéis una Kitchen Aid pues ni os cuento) pero bueno cada uno que se apañe con lo que tenga. Hay que batirlo hasta que la mezcla sea homogénea, haya aumentado de tamaño y se haya vuelto muy blanquita.
Mientras, tamizaremos la harina junto con el cacao y la levadura.

Cuando la mantequilla esté batida comenzaremos a echar los huevos uno a uno, esperando a que esté bien batido para añadir el siguiente.
Después iremos añadiendo la mezcla de harina cucharada a cucharada, sin prisa pero sin pausa, sin dejar de batir a velocidad baja. Y vamos alternando harina con la leche. Es decir, echamos una tercera parte de harina y después un poco de leche, luego harina, luego leche y así.

De vez en cuando tendrás que parar para quitar la masa de las paredes con la espátula. A mi al final me gusta batir unos segundos a velocidad rápida para que se una la masa mejor.

Échamos la masa en el molde y al horno.

Depende del tipo de molde y el horno tarda más o menos. En mi horno en un molde de 20 redondo tarda algo más de una hora. A partir de los 50 minutos os recomiendo que lo pinchéis para ver si ya está hecho.

Sacar del horno, dejar enfriar y desmoldar.

Y ya tenéis el mejor bizcocho de chocolate del mundo que aguanta para tartas lo que le eches.

¡¡¡Espero que os haya gustado!!!

Dejadme comentarios o preguntarme lo que queráis que me hace ilusión!

sábado, 17 de noviembre de 2012

De como las niñas ya no quieren muñecas sino monstruos

Rosa negra
Pues sí. Llega un momento en la vida de todo padre en el que su pequeña ya no quiere saber nada de princesas.

Escarabajo

- "Papá, eso es de niñas" te dice la tía con sus 10 añitos y te mira con cara de "es que no te enteras de nada"

Vísceras de frambuesa, mmmmm
Así que hace un tiempo un buen amigo gaditano me pidió ayuda con el cumple de su pequeña y según íbamos viendo cupcakes súper súper monísimos, rosas, morados.... Va la nena, ve mis cupcakes de Halloween y dice que ella lo que quiere es una fiesta de noche de terror.
"Visceritas para el niño y la niña", "Me he clavado un cristalito" e "Híncame el diente"

Para terror el que le entrá a su padre, que no solo ve como su pequeña deja de serlo sino por tener a una horda de preadolescentes gritando como locas en su noche de terror. Jajaja, menos mal que solo me encargo de los dulces. En fin, que como si esto fuera el día de la marmota, vuelvo a cocinar cupcakes de Halloween. Pero me lo paso tan bien con ellos que no me importa.

Oreja pringosa y asquerosa
Y de hecho me da por hacer modelis nuevos como esta oreja tan hermosa. ¿A que quedó chula y realista?

La momia de "Tutanjamón"

Así que, si os veis en una de estas en las que se acabó lo de hacer cupcakes y tartas rositas y necesitáis inspiración de terror podéis consultar un millón de libros (raro es el libro que no tiene la sección de Halloween) y cómo no, en San Google. Pero si lo que os gusta son los realmente asquerosos os recomiendo fervientemente "Un zombi se comió mi cupcake" de Lily Vanilli. Casi todos mis modelos han salido de ahí. Os lo recomiendo como inspiración para crear modelos. Para recetas podéis usar las que más os gusten a vosotros. Esas no tienen nada de especial.

Mano de zombi

Como muchos de vosotros me habéis preguntado por los ojos y los cristales de azúcar, hoy os voy a poner las recetas aunque ya no os sirvan hasta el Halloween que viene o hasta que a vuestra hija preadolescente le de por ahí. He sacado la receta del libro que os he comentado "Un zombi se comió mi cupcake"

Para los ojos necesitaréis:

- 250 ml de leche de coco (esto lo venden en grandes superficies normalmente en la sección de comida oriental)
- 125 g de azúcar
- 5 hojas de gelatina
- Colorantes en pasta para pintar

Ojos podridos con ciempies incluidos (aunque con un riquiísimo sabor a coco y chocolate)
Poner en un cazo a calentar la leche con el azúcar. Retirarlo del fuego antes de que hierva y dejarlo tapado para mantener el calor.

En un cuenco poner en remojo la gelatina con 180 ml de agua unos 5 minutos hasta que esté blandita. Después lo añadimos a la leche de color y removemos hasta que esté bien unido.

Ahora necesitaréis un molde. Yo usé una cubitera con forma de semicirculos (que es lo mejor que encontré) La primera vez que lo hice no hunté el molde con nada y al despegar los ojos la lié parda así que las siguientes veces lo hunté con un poco de Crisco. Puse Crisco porque es como grasa pero no tiene ningun sabor. Supongo que poniendo margarina o aceite valdrá igual pero no se si le quedará algo de sabor.

En fin, que rellenamos los moldes y a la nevera. En un par de horitas podrás desmoldarlo y con ayuda de los colorantes y un pincel, pintarles unos bonitos iris y pupilas.

Para hacer los ciempies, utilicé un poco de fondant de chocolate. Hice un rollito y aplasté los laterales con las puas de un tenedor (como si fueran empanadillas) Luego me ayudé de colorante negro y piping gel para darle más realismo.

Para los cristales necesitarás:

- 500 ml de agua
- 785 g de azucar
- 250 ml de sirope de maiz o glucosa líquida
- 1/4 cucharilla de crema tártara


"Me he clavado un cristalito"
A ver, esta es la receta original. A mi me pareció que era mucha cantidad así que hice la mitad de ingredientes y me salieron un montón de cristales. Tampoco tenía a mano crema tártara así que pasé de ella (es curioso lo de la crema tártara, en todas las recetas que aparece siempre es prescindible. Algún día lo compraré para probarlo sólo por curiosidad)

Forra con papel de aluminio un molde que no sea demasiado grande para que así tus cristales tengan suficiente grosor. Ten cuidado de no dejar ningún agujerito. Úntalo bien de aceite o de Crisco para que no se quede pegado al aluminio (en este caso si que utilicé aceite y os confirmo que no quedó sabor a aceite)

En un cazo pon a calentar el agua, el azúcar, la glucosa y la crema tártara. Llévalo a ebullición y utiliza un termómetro de cocina. La mezcla deberá llegar a 150º. ¿que no tenéis termómetro? Que no cunda el pánico, tenéis que andar con más cuidadito pero se puede igualmente. Estará en su punto cuando por los lados del cazo empieza a coger un color amarillito (muy muy poco, no se llega a hacer caramelo) y si cogéis un poquito y lo hecháis en un vaso de agua fria, inmediatamente se forma una bola dura. Es el punto justo antes del caramelo. Advierto, esto tarda un poquito así que paciencia.

Cuando haya llegado a los 150º volcarlo rápidamente y con mucho cuidado en el molde.

Lo dejamos enfriar y cuando lo desmoldemos sólo habrá que darle un golpe seco en el medio. Yo lo hice con el mortero.

Para hacer la sangre (como yo no tenía compota de cereza que es lo que pone en la receta) fui mezclando poco a poco sirope de fresa con colorante alimenticio en pasta rojo (Poppy Red de Sugarflair) y con colorante alimenticio negro (Wilton) hasta que tuvo la consistencia y el color que más me gustaron.

Espero que os gusten y que practiquéis mucho. Preguntadme si tenéis dudas.

¡¡A cocinar!!

domingo, 11 de noviembre de 2012

La tarta que me quitó el sueño durante tres días

La tartita por fuera, mmmmmmmm

Pues sí señores, a mí cuando me da por algo me da por algo y eso significa que hasta sueño con ello. Y claro, me dió por pensar que podría hacer una pastel cuyo bizcocho por dentro al cortarlo fuera a cuadritos como el ajedrez y eso formó parte de mis sueños durante tres noches.

Así que me dije:
- "mira Ana, no puedes estar toda la vida soñando con la dichosa tarta, así que ponte a ello y terminemos con esto de una vez"

Y coges, la cortas, y.... ¡¡¡sorpresa!!!

Sé lo que estais pensando:
- Ana, tú estás mal de la cabeza, ¿es que no sabes que existe un molde de Wilton que hace lo mismo?
- Pues sí, lo sé pero ¿que diversión tendría hacerlo con un molde? Es mucho más divertido intentar averiguar como hacerlo sin gastarme la pasta en más moldes.

Aquí una porción


Y tras una ardua investigación (sí, creo que estoy exagerando un poquito) y mucho dibujito de mis pensamientos en un papel, he dado con la solución.

Y lo mejor de todo: ¡¡hice fotos de casi todos los pasos!! así que casi os puedo hacer un tutorial.

Allá va.

Lo primero es hacer dos bizcochos. Yo los hice de 15 cm de diámetro. Lo ideal es una altura aproximada de 3,5 cm cada uno para que cuando pongamos uno encima de otro sean 7 cm aproximadamente.

Bizcocho de chocolate y bizcocho de fresa después de nivelarlos


Es mejor que los bizcochos sean de dos colores que contrasten mucho para que quede más chulo. En este caso hice un bizcocho de chocolate y otro de fresa. Para el de fresa utilicé pasta de fresa, mermelada de fresa y un poco más de colorante rosa para darle más intensidad al color.

Es muy importante que los dos bizcochos sean exactamente de la misma altura, así que yo los puse uno al lado del otro y los nivelé para que fueran exactamente iguales.

Después se pone uno encima de otro y empieza el "chou".

Aquí los dos juntitos, aunque parecen los dos de choco, NO, es que el de fresa se me tostó un poco por fuera


 Primero hice un ganache de chocolate (calientas 200 g de nata y antes de que hierva lo retiras y derrites dentro 200 g de chocolate para fundir. Cuando empieza a enfriarse va tomando consistencia) Este es el momento en el que es mejor taparse la nariz para evitar la tentación de zampárselo todo y adiós a la cobertura. Puse una buena capa de chocolate entre un bizcocho y otro, porque soy muy golosa y porque así se quedan juntitos y no se separa,

Dibujé en un cartón un círculo de 15 cm, con la ayuda del molde donde hice los bizcochos. Lo recorté y en ese cartón dibujé otros dos círculos concéntricos, teniendo cuidado de dejar la misma distancia entre todos.

Esta es la plantilla de cartón

 Ahora volvemos a recortar el círculo por la siguiente linea. Ponemos el cartón encima de nuestros dos bizcochos y con un cuchillo bien afilado y largo, cortamos la circunferencia ayudándonos de la plantilla de cartón. Con mucho cuidado, separamos la circunferencia de bizcocho que acabamos de cortar del resto del bizcocho.

Cortando con cuidadito

Y lo separamos con más cuidadito aun

Volvemos a cortar el cartón por la siguiente línea y lo ponemos encima del bizcocho de nuevo. Volvemos a cortar ayudándonos de la plantilla. Y volvemos a separar con mucho cuidado la circunferencia.



Y aquí estamos cortando la siguiente circunferencia


Ahora tenemos: una circunferencia de bizcocho grande, una circunferencia de bizcocho un poco más pequeña y un círculo de bizcocho más pequeño central.

Ahora toca volver a montar el puzle. El círculo pequeño lo dejamos con el bizcocho de cholate abajo y el de fresa arriba. Luego ponemos la siguiente circunferencia pero esta vez con el bizcocho de fresa abajo y el de chocolate arriba. Y por último la otra circunferencia con el bizcocho de chocolate abajo y el de fresa arriba.

En este momento yo hice un almíbar para tartas (100 g de azucar y 100 g de agua, calentándolo hasta poco antes de empezar a hervir, y luego le añado una cucharadita de esencia de vainilla) y cuando estuvo frio se lo eché por encima para que se empapara bien.

En este punto le eché un poquito de ganaché por encima de la tarta para que empezara a colarse por los huecos, poquito a poco y cubrí toda la parte de arriba. Después le puse justo encima un papel de horno (sí, sí, encima del ganaché) y le dí la vuelta. Ahora tenemos la tarta boca abajo. Después un poco más de ganaché por los laterales, huntándolo todo muy bien. Como el ganaché ya estaba empezando a espesar, subí el papel del horno por las paredes de la tarta huntadas de chocolate y lo apreté todo muy bien para que no quedaran huecos por ningún sitio y la tarta quedará perfectamente redonda.

Aquí está la tarta huntadita de chocolate y boca abajo, justo antes de meterla en la nevera

Un ratito a la nevera para que termine de solidificar el chocolate y quede bien montado todo el bizcocho. Y después ya puedes hacer la cobertura de tarta que más te guste. Yo seguí con el ganaché porque me chifla el chocolate así que le hicé unas paredes bien espesitas de ganaché. Pero ese ya va a tener que ser otro tutorial (como hacer que nos queden lisitas lisitas las paredes) que esté sino va a ser interminable.

Espero que os guste y que os lancéis a hacerlo. Si tenéis dudas preguntadme!!

¡A cocinar!

domingo, 28 de octubre de 2012

Una semana llenita de cupcakes

La semana pasada fue agotadora. De verdad que lo fue. Hubo un momento en que hasta casi empiezo a odiar los cupcakes, los frosting y la ma... que los p... a todos. ¡¡El viernes tenía que tener preparados más de 70 cupcakes!!


Lo siento, no pude hacer mejores fotos de los cupcakes del bautizo


Era un día tranquilo cuando.... espera, no, eso no es verdad. Esto ya se veía venir... Una amiga de mi cuñada me pidió que le preparara unos cupcakes para el bautizo de su sobrino. Y yo por supuesto dije que sí. Es un orgullo ayudar en ocasiones como esa.

Yo: "¿Y cuantos vas a querer?"
Ella: "50"
Yo: glup

Pero aun así tiré hacia delante porque me hacía una ilusión tremenda.

Y quedaron taaaan bonitos


Mientras tanto y a medida que se acercaba la semana fatal me da por hacer cupcakes asquerosamente halloweeneros y mi amiga Gemma, que quería hacer una fiesta en su casa, me pide que le haga unos cuantos para sus amigos..

Yo: "¿Y para cuando los necesitas?
Ella: "Para el viernes" (sí, sí, el mismo viernes)
Yo: glup

Pero claro, yo sigo sin decir que no porque en el fondo me encanta.


Y aquí una muestra de los de Halloween. Terroríficos de verdad

Así que ya os podéis imaginar, aunque intenté hacer todo lo posible por ir adelantando todas las decoraciones de fondant, los últimos días fueron un jaleo continuo.

Hornea más de 70 (porque no salen bien el 100% así que para conseguir 70 perfectos lo mismo hornee 85, pero no pasa nada, los otros 15 nos los zampamos tan ricamente con leche)

Pero claro, para que estén estupendos, perfectos y preciosos hay que intentar decorarlos a última hora así que estuve haciendo el sprint final el viernes por la tarde. (porque no olvidemos que yo no me dedico a esto, vamos que tengo mi trabajo normal y corriente así que no puedo estar todo el día dale que te pego a los cupcakes) Un sprint de dos horas en los que mi pobre Kitchen Aid casi empieza a echar humo de la de frosting que tuve que hacer.

Pero todo salió bien..... y conseguí terminarlos a tiempo para llevárselos a sus dueñas. Eso sí, sin una foto decente de mis creaciones :(

Y después de todo el rollo que os he soltado os voy a poner la recetita de uno de los cupcakes que hice para el bautizo y para Halloween y que están..... mmmmmmmmmm...... tremendos.

Cupcakes de chocolate (ricos ricos ricos)

Ingredientes:

125g de mantequilla
240 g de azucar blanco
3 huevos
200 g de harina
45 g de cacao
1 y 1/2 de levadura (tipo Royal)
130 ml de leche

Preparación:

Pon el horno en marcha a 170 grados. Esto es muy variable, depende muchísimo de cada horno. Pero no te preocupes, le irás cogiendo el truco en unas cuantas hornadas.

Primer punto importantísimo. La mantequilla tiene que estar del tiempo. Y no, no vale sacarla de la nevera y ponerla al fuego porque se derrite y no tiene el punto adecuado. Lo suyo es que si sabes que vas a cocinar una tarde, por la mañana la saques de la nevera para que pierda el frio sola. Estará en su punto si puedes hundir el dedo sin problemas.

Corta la mantequilla en trozos y mezclala con tu batidora o procesadora de alimentos junto con el azúcar. Hazlo hasta que la mezcla sea homogena, la mantequilla se haya blanqueado y la mezcla haya aumentado de tamaño. Yo utilizo una Kitchen Aid (que feliz me hace) y la pongo a media potencia para que se una muy muy bien. De vez en cuando la paro y utilizo una espátula de silicona para bajar la mantequilla de las paredes del bol.

Si tienes las manos libres mientras se mezcla la mantequilla y el azúcar, aprovecha para preparar el resto de los ingredientes. La harina se ha de tamizar junto con el cacao y la levadura.

Yo utilizo harina normal (no de fuerza) no es necesario de fuerza para estas recetas ni que lleven levadura porque ya le estamos añadiendo levadura. Yo siempre miro los ingredientes del paquete para asegurarme de que sólo sea harina de trigo.

El cacao preferiblemente que sea de lo más puro y sin azúcar. Lo encontraréis en cualquier supermercado`de varias marcas pero mi preferido es el de Hershey´s. Es la bomba. Abres el bote y ya te salen chiribitas de los ojos. El problema es que no se encuentra tan fácilmente, sólo en tiendas especializadas de repostería o en tiendas americanas.

Habíamos dejado la mantequilla batiéndose. Cuando ya esté, incorpora los huevos, uno a uno. Los huevos también deben estar a temperatura ambiente, si no, no se mezclará bien. Yo suelo romper el huevo y echarlo en un tazón antes de incorporarlo a la mezcla. Así me aseguro de que no haya caído ninguna cascarita (por la salmonerosis) Hay que incorporar los huevos de uno en uno. Cuando ya esté bien incorporado uno, se echa el otro. Esto lo hago a muy poca velocidad para no sobrebatirlo.

Cuando hayas incorporado los huevos echa cuchara a cuchara la mezcla de harina, chocolate y levadura. A la mitad de la harina, echa poco a poco la mitad de la leche. Luego otra vez el resto de la harina y luego el resto de la leche.

Cuando la mezcla sea homogenea, prepara unas cápsulas de papel dentro del molde para cupcakes. Yo utilizo uno de aluminio que me va muy bien. Llena las cápsulas hasta 2/3 como máximo, sino subirán demasiado y luego no podrás decorarlos bien.

Al horno, y hornelalos entre 20 y 25 minutos. A partir de los 18 o 19 empieza a vigilar que no se te vayan a quemar (sólo tendrás que hacer esto hasta que conozcas tu horno como la palma de tu mano) Pero entre 20 y 22 minutos es lo mínimo que deberían estar. A partir de ahí, vete pinchandolos con un alambre. Si sale limpio es que ya están.

Dejalos enfriar en el molde como máximo 5 minutos (por lo menos para que no se te quemen los deditos) y luego dejalos en una rejilla hasta que se enfrien del todo.

Y luego, cuando estén frios frios, a decorar y ¡¡a comer!!

En el proximo post sigo con la decoración.

¡¡A cocinar!!


miércoles, 24 de octubre de 2012

Inaugurando mi Bloooooogggg

Me llamo Ana y soy una mamá de una preciosa niña de dos añitos que ha hecho que me cambie totalmente la vida. Explicado este punto ahora van los adjetivos. Últimamente mi nombre podría acompañarse de loca, creativa, dulce, despistada... Pero es que no lo puedo remediar, cuando algo me gusta es que me vuelvo majara y ya no paro.
Estas somos Aurora y yo ;)

En fin, que hace tiempo descubrí (y me descubrieron) que era bastante mañosa para la cocina, las manualidades, la costura..... Y lo que comenzó siendo un hobby terminó siendo una obsesión. Así que después de muchas reticencias (pero que leches es un blog? Yo con esto no me apaño) y muchas insistencias por parte de mis amigos (venga Ana, que esto es pá contarlo) me he decidido, y aquí estoy dándole a la tecla.

¿Y qué voy a contar yo al basto (por grande, se entiende) interné? Bueno, pues poco a poco os iré contando mis avances en repostería creativa, los postres que voy haciendo, dejaré recetas (que sé que es lo único que os interesa) y prometo hacer lo posible con los hazlo tú mismo (o diy que queda más guay) de temas de costura y complementos.

Mientras os iré contando como he llegado hasta aquí, porque para hacer lo que hago no sabéis la de fracasos que ha habido y la de cosas que me han pasado.

Lo dicho, bienvenidos a Cantaba la Rana (el por qué del nombre para otro día)